Por la derrota real de ETA

LAS RAZONES DEL CAMBIO


El único final digno pasa por la disolución de la banda, la entrega de las armas, y la petición de perdón a las víctimas sin concesiones políticas

La portada de LA RAZÓN recuerda hoy los nombres de los 858 asesinados por la banda terrorista
16 Octubre 11 - - Antonio Basagoiti

Si los españoles confían en el cambio que propone Mariano Rajoy, la política antiterrorista se guiará por los parámetros de la sensatez, la decencia y la eficacia. La importante iniciativa de LA RAZON de dar espacio a las razones del cambio me da la oportunidad de apuntar las claves que el Partido Popular debe desarrollar desde el Gobierno para llegar a la paz con libertad.

Sin concesiones
Acabar con ETA requiere hacerlo sin ningún tipo de concesiones, especialmente políticas. Hay que tener en cuenta que los de ETA no son sólo unos delincuentes que están en la cárcel por cometer delitos, que también, son además un grupo de fanáticos identitarios que pretenden imponer su independencia y su socialismo a la ciudadanía. Permitir que la banda terrorista obtenga algún logro por el cual lleva 50 años asesinando es una afrenta a las víctimas y es contraproducente para acabar con ella. Si ETA obtuviera lo que ha pretendido asesinando por dejar de hacerlo se estaría rematando a casi 900 víctimas mortales, y volviendo a agredir a todos los heridos y todos sus familiares. Si ETA obtuviera, aunque sea en parte, algo de lo que pretendió asesinando se estaría legitimando su actuación, y animado a que los mismos, escisiones de ellos o nuevos grupos, vuelvan a asesinar en el futuro inmediato. Sería sólo pan para hoy y hambre para mañana.

Acuerdo nacional
Para conseguir que la banda y quienes la apoyan pierdan toda esperanza de alcanzar sus metas es necesario que se mantenga el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo hasta el final. ETA mantendrá la expectativa de alcanzar logros, que es lo que le mantiene con vida, si interpreta que puede obtener ese premio dependiendo de quién gobierne. Tan es así que cuando el PSOE ha optado por otro camino, como en la negociación del proceso de Zapatero, aumentaron sus expectativas. También es necesario mantener consensos en la línea correcta entre populares y socialistas para aplicar con eficacia las medidas legales y policiales que han conseguido disminuir a ETA y demostrar que se puede acabar con ella. La ley de partidos ha sido mano de santo y debe seguir siéndolo mientras ETA exista y haya quienes defiendan sus postulados.

Pedagogía democrática
Es imprescindible que  se pongan en valor marcos de convivencia como la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Gernika que emana de ella. Se tienen que respetar las leyes e impedir atajos que alimentan el fanatismo y el victimismo de quienes amenazan las libertades.

Hay que hacer una gran labor de pedagogía para que esos sectores, numerosos en el País Vasco, y destacados en algunos ámbitos nacionales de izquierda radical, asuman conceptos democráticos esenciales como que la base de la democracia es el respeto a las normas y sus procedimientos, que todas las ideas no son defendibles, sólo las que respetan a las personas y son democráticas, que desde 1978 los ciudadanos votan libremente y ETA no es una banda romántica, que lo del País Vasco no es una guerra entre dos bandos o entre dos comunidades que se han asesinado entre ellas.

Hacen falta actitudes de concienciación hacia quienes son condescendientes con el proyecto totalitario de ETA desde los líderes institucionales y sociales porque una mezcla de estulticia y buenismo han sido útiles para justificar o respaldar el fanatismo.

La victoria de la democracia es el único fin
Por todo ello, no se puede aspirar a un empate entre la democracia y ETA. No sería justo, aumentaría la desestabilización de la democracia, y como he dicho antes quedaría abierta la puerta a que ese grupo u otros utilicen el terrorismo y la imposición para alcanzar fines.

Además se ha demostrado que con ETA se puede acabar. La eficacia policial, la exigencia judicial, el ejemplo de las víctimas y acuerdos como el pacto antiterrorista, cuando ha funcionado, han colocado a ETA contra las cuerdas.

El PP tiene esperanza en acabar con el terrorismo. Cuando las cosas se hacen bien, funcionan. Mariano Rajoy tiene claro que el único fin es la derrota del proyecto de ETA. Y no vamos a parar hasta conseguir que la democracia venza a la dictadura, los españoles lo necesitan y sobre todo se lo merecen. Se puede y se debe.
Antonio Basagoiti
Presidente del PP vasco

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