El ferroviario usurero que se quedó con la casa de la anciana Carmen
http://www.elmundo.es/cronica/2014/11/30/5479c69522601df62b8b4575.html
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Discreto, de vida modesta, 56 años, su pareja cuida ancianos...
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Y hay más como él sacando tajada de esta crisis con intereses 'leoninos'
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Un solo usurero se ha quedado con 3.800 viviendas
Definición de usurero de la RAE:
"1. Usurario (perteneciente a la
usura). 2. Persona que presta con usura o interés excesivo. 3. Persona
que en otros contratos o granjerías obtiene lucro desmedido".
El usurero Francisco Gómez Montoya, de 56 años, es un tipo extremadamente discreto, muy callado y sobre todo cauteloso. El pasado martes, cuatro días después de que echara a la calle a la anciana Carmen
-su desahucio ha acaparado estos días las portadas de todos los
periódicos- arrancó el nombre del buzón de su piso, quizás por
precaución ante el temor de que los medios de comunicación lo
localizaran. Se trata del 4ºA de un sobrio edificio en Fuenlabrada
(Madrid), donde vive desde hace 14 años con aparente sencillez y donde
es un absoluto desconocido. Sus vecinos de rellano, puerta con puerta,
no saben su nombre de pila, no saben que trabaja en Renfe, no saben que
en sus ratos libres se dedica a la usura. Es decir, que Francisco Gómez
Montoya presta dinero, bajo unas condiciones leoninas y difíciles de
cumplir, a desesperados a los que los bancos no dan créditos y acaba
quedándose en muchos de los casos con las propiedades de los incautos
que firman con él. Así ha hecho con la vallecana Carmen Martínez Ayuso, sin techo a los 85 años, cuyo piso y plaza de garaje ya tiene registrados a su nombre.
Estos últimos días, el usurero ha estado especialmente ocupado. El
jueves pasado, sin ir más lejos, a las 10.54 horas exactamente, se
presentó con un auto judicial en el Registro de la Propiedad de
Guadarrama (Madrid) para inscribir a su nombre un local comercial en Los
Molinos (Madrid) obtenido con los mismos métodos que el piso de Carmen.
Le prestó un dinero a Deogracias Antón y María Ángeles Martín con un
interés de demora del 25% -en el caso de Carmen ascendía al 27%-
y ha acabado quedándose con la propiedad de la pareja. "Se adjudica a
Francisco Gómez Montoya la finca registral: la finca número 4173 de Los
Molinos, y se ordena la cancelación del crédito... Guadarrama, a las
13.00 horas del 27 de noviembre del año 2014", se lee en la nota simple
del Registro de la Propiedad, en poder de Crónica. Deogracias y Mari
Ángeles, además, tienen en peligro otra finca, también vinculada a un
préstamo con él.
En espera de lo que pueda suceder con esta última propiedad, lo
cierto es que en sólo 10 días, Francisco Gómez Montoya se ha hecho con
tres inmuebles: este local de Los Molinos y la casa y el garaje de
Carmen. "Dinero fácil", como dicen algunos de los reclamos con los que
echan el anzuelo estos prestamistas particulares.
Las imágenes de su desahuciada más famosa, Carmen, doblada por el dolor al ser desalojada, resultaron tan sobrecogedoras
que todos los focos mediáticos han apuntado a la violenta salida de la
anciana de su piso, el bajo del número 10 de la calle Sierra de
Palomares, en el madrileño barrio de Villa de Vallecas,, obviando lo que
sucedía en ese momento en el segundo piso. De haber apuntado las
cámaras allí, donde el prestamista esperaba tomar posesión de la
vivienda protegido por la policía, se habría encuadrado la cara más
desconocida del drama de los desahucios: la de Gómez Montoya y la de
otros usureros que como él hacen fortuna a costa de los más golpeados
por la crisis.
La Asociación de Estafados Víctimas Financieras
(Adevif), que agrupa a un centenar de afectados de prestamistas
particulares -casi todos han perdido su vivienda tras sucumbir al
reclamo de "crédito rápido, financiación urgente"- calcula que un 30% de
los lanzamientos hipotecarios que se producen en España son
consecuencia de las "estafas de prestamistas privados". Es decir, que
sólo en 2013 -65.182 lanzamientos-, unos 20.000 bienes inmuebles habrían pasado a manos de prestamistas particulares tras ser despojados a españoles que han firmado un crédito ruinoso.
Fijémonos en concreto en el préstamo que el hijo de Carmen, Luis
Jiménez, rubricó ante notario con un poder de su madre. Según la
escritura de préstamo, Francisco Gómez Montoya le dejó 77.100 euros el
15 de diciembre de 2009 y Luis puso la casa de su madre, valorada en
unos 180.000 euros, como aval de la devolución. El usurero en persona,
asegura Luis, le entregó «30.000 euros en metálico», tras descontar una
parte de intereses que debía pagar por adelantado -15% de interés anual y
27% de demora- y un crédito anterior con otro usurero que Luis aún
tenía pendiente de pago. Tres años y dos meses después, el 6 de febrero
de 2013, Gómez Montoya le hacía saber que le debía 65.530,78 euros por
intereses de demora, más los 77.100 del préstamo, más 23.130 por las
costas, ya que el prestamista había iniciado la reclamación judicial de
la deuda. En total, Gómez Montoya exigía 165.760,78 euros. Una cifra inasumible para Carmen y Luis.
En las asociaciones de víctimas no tienen fichado a Gómez Montoya,
pero sí a decenas de estos profesionales de la usura, algunos de los
cuales son renombrados. En Stop Estafadores mencionan
por ejemplo a Antonio Arroyo. «A base de préstamos con garantía
hipotecaria, se ha hecho con 3.800 casas en toda España, hoy tiene los
derechos de otras 1.000 hipotecas y acumula 1.000 denuncias», asegura su
presidente, Juan Puche.
Mucho más mesurado y sigiloso en sus operaciones es Montoya. Sus
vecinos, a tenor del modesto nivel de vida que aparenta, lo tienen por
una persona de escasos recursos. De la mujer con la que vive -está
soltero-, Manuela, 52 años, de origen extremeño, refieren que se dedica
al cuidado de ancianos y llama poderosamente la atención porque viste
siempre la misma ropa. Tampoco en su entorno profesional, donde lo
apodan "el gitano" por su segundo apellido, sospechaban que el hermético
Gómez Montoya tiene el lucrativo oficio de prestamista. Su
cualificación profesional es la de "operador comercial especializado
N1", lo que comúnmente se conoce como un interventor, y trabaja en la línea de Cercanías que cubre el trayecto entre la estaciones madrileñas de Chamartín y Aravaca.
Nacido en Villapalacios (Albacete) el 6 de abril de 1958, en la
biografía de Francisco Gómez Montoya hay un azaroso episodio que lo
vinculó durante unas horas con ETA. El 16 de enero de
1987 la Policía detenía a seis miembros del sangriento comando Madrid,
-con De Juana Chaos y Antonio Troitiño a la cabeza- y entre el material
incautado y distribuido por Interior se incluyó la imagen de un DNI a
nombre de Francisco Gómez Montoya, natural de Villapalacios (Albacete).
Algunos medios, como TVE, llegaron a publicar el nombre del hoy usurero
como el del séptimo miembro del comando, que había logrado huir. En
realidad, se trataba del etarra José Martín López-Castañares, quien
había pegado su fotografía en el carné que Gómez Montoya había
extraviado unos años antes. El error fue corregido enseguida.
Con su DNI en mano y portando una mochila a la espalda acudió el
usurero al primer intento de desahucio de Carmen, el 31 de octubre,
momento al que pertenece la imagen impresa en estas páginas. El nieto de
Carmen, Luis Miguel, intentó mediar con el prestamista y le ofreció
pagar un alquiler para que no echara a su abuela. "Necesito la casa para vivir",
respondió Gómez Montoya , a quien acompañaba uno de sus dos abogados y
uno de sus seis procuradores. Tiene otorgados poderes para que actúen en
su nombre en Fuenlabrada, Leganés, Madrid, Collado Villalba y San
Lorenzo de El Escorial.
Cinco oficinas a su nombre
Decía Gómez Montoya al nieto de Carmen que necesitaba la casa para
vivir pero lo que parecen sobrarle son precisamente viviendas, aparte de
que cuenta con un holgado sueldo como interventor de 45.000 euros anuales.
En el Registro de la Propiedad, a fecha de viernes 28 de noviembre de
2014, figuran cinco inmuebles vinculados a Francisco Gómez Montoya: el
piso de Fuenlabrada donde reside; la casa de Carmen; el garaje de
Carmen; el citado local de Los Molinos recientemente embargado, y un
quinto piso en la calle Torres Miranda, en Madrid, cuyo desahucio parece
inminente puesto que Gómez Montoya ha iniciado la reclamación judicial.
La dueña le debe 76.400 euros de préstamo, 57.300 de los intereses de
demora de tres años y 23.628 de las costas judiciales.
Todos los préstamos respaldados con estas propiedades que han acabado
en manos de Francisco Gómez han sido firmadas por notarios que trabajan
en la misma dirección de Madrid: Serrano, 41. El avalado con la casa de
Carmen, ante el notario Ignacio Sáenz de Santa María. El del local
comercial de Los Molinos, ante Valerio Pérez de Madrid y Pala. Y el del
piso de Torres Miranda, ante Ángel Sanz Iglesias. En Stop Estafadores
mencionan Serrano 41 como una de las direcciones notariales más
frecuentadas por los prestamistas de Madrid. Allí ha firmado alguna vez
también el famoso Antonio Arroyo.
Al habla con Crónica, el pasado jueves, Ignacio Sáenz de Santamaría,
el notario ante el que se rubricó el préstamo concedido por Gómez
Montoya al hijo de Carmen.
-¿Recuerda usted el caso?
-¿Se firmó en mi notaría? No lo sabía. Y fíjese que soy muy amigo del
entrenador del Rayo [el equipo que se ha ofrecido a ayudar a Carmen
pagándole un alquiler] y el otro día lo llamé y le dije: "Si esta señora
necesita ayuda, que me llame a ver qué puedo hacer...".
-Y al prestamista, Francisco Gómez Montoya, ¿lo recuerda?
-No, tendría que mirarlo. Este será uno de esos que yo llamo
usureros, vamos a hablar claro, son usureros... Aprovechan que la gente
está achuchada, les prestan dinero y acaban quedándose con todo. Mira
que yo les aviso, pero la gente viene agobiada y por mucho que les
expliques las condiciones, que van a acabar quitándole la casa, se ven
tan agobiados que firman.
-Luis dice que no se le explicaron bien las condiciones...
-En mi despacho sí. Siempre antes del escrito en papel timbrado se
les entrega la escritura en papel blanco para que la revisen antes de
entrar a firmar. Esta señora no tenía que haber firmado el poder a su
hijo. ¿Sabe cómo les explico lo que van a firmar? Les digo: "Este es un poder de ruina. Sepa que si usted firma la pueden dejar en la calle".
-¿En su notaría hay algún tipo de connivencia con estos prestamistas usureros?
-No, no y no. A estos usureros les he ido poniendo todo tipo de
dificultades para que no vengan porque no me gustan estos clientes.
La última vez que Gómez Montoya firmó en Serrano 41 fue en diciembre
de 2009, precisamente el préstamo concedido con el piso de Carmen como
aval. Entre 2002 y 2009, ha rubricado allí un total de ocho préstamos con garantía hipotecaria.
Tres fueron cancelados, es decir, los deudores devolvieron el préstamo.
Otros tres acabaron, como se ha visto antes, con las propiedades a
nombre de Gómez Montoya. A los otros dos, Crónica no ha podido seguirles
el rastro.
Con todo, el caso de Carmen no es de los más graves. A fin de
cuentas, su hijo rubricó el préstamo por muy abusivas que fueran las
condiciones. «En muchos casos, la gran estafa es que se escritura mucho
más dinero del que se entrega, o el préstamo se da mediante cheques
nominativos que acaban cobrando los propios prestamistas», dice el
abogado Aitor Ibarra, quien ha representado a decenas de afectados.
"Tengo un caso muy sangrante en Barcelona. Mi cliente
recibió 12.000 euros y los prestamistas se quedaron con bienes por valor
de 400.000 euros: el piso de su madre de 85 años y un terreno con
chalecito2.
En octubre pasado, un juzgado de Cartagena anuló el desahucio de una
familia de La Unión que había pedido 23.500 euros a un prestamista
barcelonés. Este, aseguró la familia al juez, había escriturado 57.000
euros de préstamo con la excusa de que así se lo exigían los inversores
con los que trabajaba y la promesa de que no reclamaría esa cantidad.
Pero acabó pidiendo los 57.000 y un 20% de interés anual. Las
propiedades que el prestamista iba a ejecutarles valían 300.000 euros.
La sentencia, un atisbo de esperanza para las víctimas de los usureros,
calificó el contrato de "leonino".
Alojada por otra anciana
CARMEN DEL RAYO. "Qué buena es la gente, qué bien se están portando".
Carmen, 85 años, repite la frase como una cantinela, sentada en un piso
de Vallecas junto a Mercedes, 89 años, la mujer que la ha recogido
mientras busca un piso que pagará el Rayo. El equipo vallecano ha
abierto una fila cero que se inaugurará el 7 de diciembre frente al
Sevilla: 5 euros de cada una de las 4.000 localidades irán a un fondo de
ayuda a Carmen. Hasta entonces, tienen poco más de 50 metros y tres
mini habitaciones, para seis: las dos ancianas, el hijo de Carmen, su
pareja, y las dos hijas de ésta.
DOS USUREROS. Luis, el hijo de Carmen y a quien ésta otorgó poderes, ya
tenía una deuda con otro prestamista cuando se puso en manos de Gómez
Montoya. En diciembre de 2008 pidió 42.000 euros a Pegerto López con
unas condiciones más blandas: un interés anual del 6% y del 22% en caso
de demora. Un año después recurrió a Gómez Montoya. Este le dejó 77.100,
con los que Luis canceló lo que debía del préstamo anterior. Así, dice,
sólo recibió 30.000. Las condiciones eran del 15% de interés anual y
del 27% de demora. Tres años después le exigían 165.760 euros.
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